JOYAS ESCONDIDAS DE ZARAGOZA
JOYAS ESCONDIDAS
IGLESIA DEL REAL SEMINARIO DE SAN CARLOS BORROMEO
IGLESIA DE SAN PABLO
CANAL IMPERIAL DE ARAGÓN
ROSARIO DE CRISTAL
PALACIO DE LARRINAGA
CARTUJA DE AULA DEI
CARTUJA DE MIRAFLORES
IGLESIA DE SANTA ENGRACIA
TORRE NUEVA
REAL CAPILLA DE SANTA ISABEL
ARCO DEL DEÁN
PLAZA DE TOROS DE LA MISERICORDIA
EL PLATA
PUERTA DEL CARMEN
TORREÓN DE LA ZUDA
CEMENTERIO DE TORRERO
EDIFICIO PARANINFO
MERCADO CENTRAL: El lugar donde se ubica hoy este edificio (junto a la Muralla Romana) es el mercado más antiguo de Europa, con más de 800 años, pues existe licencia otorgada por el rey Pedro II de Aragón en 1210. El edificio como tal se inauguró en 1903 y es obra del gran arquitecto Félix Navarro [ver]. Es una obra maestra de la arquitectura modernista, que no deja de lado elementos de la arquitectura tradicional aragonesa. Edificado en ladrillo, como material tradicional, y en hierro, el material novedoso de la época. Es muy interesante observar todos los elementos decorativos presentes en sus cuatro portadas, sobre todo en las dos grandes, que son alusivos a la alimentación y al comercio. Siempre bullicioso, hoy sigue siendo el principal y más prestigioso mercado de la ciudad.
IGLESIA DE LAS FECETAS: Entre las plazas de Santo Domingo y de Europa encontramos esta pequeña iglesia acorralada por edificaciones modernas. Se remonta al siglo XVII, cuando el notario don Diego Fecet fundó un convento carmelita, cuyas monjas fueron llamadas popularmente las fecetas. De ese convento hoy sólo queda la iglesia y, adosados a ella, unos restos del claustro. El esterior es muy austero y no llama la atención. La sorpresa nos espera dentro: está totalmente recubierta de yeserías barrocas de inspiración mudéjar, y azulejos en la parte baja de los muros. Otra particularidad es que los domingos se celebran en ella misas de rito oriental.
IGLESIA DE LA MANTERÍA: Es una modesta iglesia situada en una plazuela colindante con la calle del Coso. Por su aspecto exterior no se diría que contiene la gran obra maestra de Claudio Coello [ver], pintor de cámara de Carlos II. Todas las bóvedas interiores están recubiertas de frescos de este extraordinario artista, el más importante pintor portugués de todos los tiempos. Por desgracia su estado de conservación es pésimo y necesita una restauración urgente (de hecho un cupulín se derrumbó hace unos años). Normalmente está cerrada y la gestionan las monjas de un colegio adyacente (por eso sólo es posible verla cuando celebran algún bautizo)